En mayo de 2021 explota en Colombia un descontento social represado por muchos años de apatía política, indolencia, desdén por lo público. Las voces que se alzan se interpretan, según quien las escuche, en un país que ya estaba dividido por abismos como la voluntad de hacer trizas o apoyar los acuerdos de paz de 2016, entre otros; y se reinterpretan según la agenda y visión del mundo de los grupos sociales a los que ya pertenecíamos. A pesar de estar de corazón con las protestas no he podido participar en ellas y fotografiarlas por puro temor a la represión de la Policía, quiero sumarme a las voces de protesta escuchando en estas fotografías a las paredes que hablan de nuestro descontento y que he registrado en estos años previos.