Para aliviar las tensiones resultado de comentar posiciones políticas un amigo me sugirió compartir una fotografía diaria en el grupo de la promoción del colegio. Aquí están todas estas fotografías. Todas las mañanas dedico unos minutos para buscar en mi archivo una fotografía inédita, cada día me sorprendo con mis hallazgos y busco compartir mi mirada en otros espacios.
Las alambradas en los campos de concentración se corroen y son reemplazadas cada cierto número de años, ¿por qué invertir recursos en mantener tales lugares? ¿no sería mejor dejarlos derrumbarse por sí solos? El Holocausto no fue solo un crimen contra un pueblo: los judíos; las víctimas fueron también los opositores políticos, los homosexuales, los comunistas, los gitanos, los discapacitados, el pueblo alemán de entonces y sus descendientes, y para ser precisos: todos nosotros: la humanidad. Que estos lugares de silencio puedan ser visitados, nos permite escuchar las preguntas importantes que su existencia nos hace sobre nosotros mismos.
A pesar del resultado adverso del Plebiscito por la Paz de octubre de 2016 se logró finalmente la firma de los acuerdos con las FARC, gracias a los ajustes realizados que permitieron el consenso político necesario para la firma. En las muchas movilizaciones de apoyo a los acuerdos era palpable la esperanza de dejar atrás el conflicto y lograr el fin de la violencia de décadas. Los colombianos nos preparábamos para aportar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Esta esperanza aún no se ha concretado.
En el segundo semestre de 2016 Colombia respiraba optimismo, luego de años de negociaciones era inminente el anhelado acuerdo con las FARC. Uno de los compromisos del presidente Santos era validar los acuerdos con un plebiscito, días antes de ir a las urnas un grupo reducido de ciudadanos se reunió en el Parque Nacional en Bogotá a marchar por el No. Recuerdo mi asombro al hacer las fotografías, me parecían exóticos los asistentes que cantaban el himno nacional con fervor religioso, vestidos con camisetas de la Selección Colombia y apretando en sus manos escapularios de la virgen, ¿de dónde habían salido?; lejos estaba de darme cuenta que esta no era una fuerza minoritaria, era una fuerza agazapada y vendría a ser la protagonista en los años que siguieron.
Conocí Taganga cuando era niño, en esa bahía, pequeña y alegre, se podían encontrar estrellas de mar varadas en la playa, hoy flota la basura que todos los visitantes hemos llevado y que los "lugareños" parecen haber aceptado como un mal propio. Un viacrucis en Taganga es paradójico, un pueblo sin recursos conmemora, a la hora en que los turistas duermen, con un fervor expresado en el color de sus vestidos y el calor de sus voces, un acto lleno de dolor.
Años después no entiendo lo que sucedió ese 21 de agosto de 2013. La Universidad Javeriana (católica y pontificia) anunció que ese año no prestaría sus aulas para la realización del Ciclo Rosa, un espacio académico, en el que se discuten las representaciones de género y los derechos asociados a ellas, en nuestra sociedad conservadora. Muchos estudiantes rechazaron la posición de la universidad manifestándose en contra de ese paso atrás en la defensa del sentido del espacio que representa la Universidad, y como acto paradójico atacaron con sus voces, gestos y burla a un grupo minoritario que apoyaba la decisión de la universidad y para hacerlo utilizaba símbolos y prácticas del catolicismo, como el Rosario y la Vírgen María.
Marco Tulio Sevillano era un hombre alto, de buen porte, que saludaba a propios y extraños, siempre con un gran sonrisa que se hacía aún más visible gracias a su piel negra. Por esta sonrisa, su disposición a los otros y por saludar con la voz "calidad", los estudiantes de la Universidad Javeriana en Bogotá lo llamaban "calidoso". Fue víctima de la violencia sin sentido de Colombia y fue despedido por sus vecinos y amigos en la tarde del 14 de mayo de 2014.
En las montañas llenas de verde del sur de Colombia, pueblos que hablan en voz baja y llevan consigo sentimientos altos; cuidan, celebran y veneran a sus santos con el afecto que profesan a sus propios hijos.
Los pequeños pueblos de Colombia conmemoran las fiestas religiosas con el fervor de antaño en las ciudades. La conmemoración del Viacrucis en Cucunubá es la oportunidad de ver este fervor en escena y notar como se integra con las prácticas de las nuevas generaciones.
En mayo de 2021 explota en Colombia un descontento social represado por muchos años de apatía política, indolencia, desdén por lo público. Las voces que se alzan se interpretan, según quien las escuche, en un país que ya estaba dividido por abismos como la voluntad de hacer trizas o apoyar los acuerdos de paz de 2016, entre otros; y se reinterpretan según la agenda y visión del mundo de los grupos sociales a los que ya pertenecíamos. A pesar de estar de corazón con las protestas no he podido participar en ellas y fotografiarlas por puro temor a la represión de la Policía, quiero sumarme a las voces de protesta escuchando en estas fotografías a las paredes que hablan de nuestro descontento y que he registrado en estos años previos.
Para muchos extranjeros Pablo Escobar es sinónimo de Colombia, para muchos colombianos la asociación de su país a un gran delincuente es una razón de vergüenza, para otros no lo es. Casi treinta años después de su muerte es claro que Pablo Escobar como símbolo está vivo y su legado en la identidad, la cultura y la política colombiana no se desvanece.
Bogotá tiene muchas cosas positivas, Transmilenio no es una de ellas. Esta opinión de corazón es controvertida: muchos ven en Transmilenio una mejora al tradicional caos del transporte en Bogotá, otros vemos en Transmilenio el modelo que perpetuará ese caos. Transmilenio nos parte por la mitad, es un acto de violencia cotidiana que saca lo peor de nosotros.
“Me le quito el sombrero”, al saludar o reconocer los logros o méritos de otros era una práctica cultural de antaño, de niño fui testigo de esta cortesía y ya desde entonces me maravillaba el ritmo del gesto y su elocuencia. Esta serie reúne fotografías a mujeres, hombres y niños con sombrero, que lo usan como parte de su identidad, que no tienen necesidad de apropiar nada, y ante los cuales, me quito el sombrero.
En las épocas de mucho trabajo en la oficina no hay tiempo para escaparse a hacer la Foto del día. En estos días la foto viene a mí y se presenta generalmente a la ventana o a la puerta de la oficina. Como todas las ideas esta tampoco es una idea original: André Kertész, el gran fotógrafo hungaro, en sus últimos años de vida hizo una serie desde la ventana de su apartamento en Nueva York. Espero al llegar al final de mi vida llegar a tener una fracción de las fotografías que me enamoran de la Fotografía, gracias a los grandes como Kertész.
No olvido el mágico momento en que por primera vez vi aparecer ante mis ojos una fotografía en la cubeta en un laboratorio análogo. Esto es magia pura, comprendí después la teoría pero esto tiene que ver más con el amor, pienso que los que hemos tenido la suerte de ver esto quedamos para siempre enamorados de la Fotografía. Un paso más allá en contagiarse de la magia de la Fotografía es construir una cámara y hacer fotografía estenopeica, Fotografía que se hace al exponer una imagen por un "huequito" (el estenopo) en papel fotográfico en una caja totalmente oscura. No construí mi cámara, un amigo más hábil con sus manos, lo hizo para mi, pero al hacer cada una de estas fotografías me sentí un poco como un "mago".
Al estar en un laboratorio de fotografía análoga se vive la ilusión de controlar la luz, es como habitar una gran cámara oscura, se puede ser testigo de como nace una imagen, soñarla mientras aún es latente, darle el aliento de vida de unos segundos más o menos, ó verla perecer ante nuestros ojos. A la salida del laboratorio análogo nos encontramos de frente con "el resplandor", estas fotografías son testimonio de ese encuentro.
Bogotá es la única ciudad del mundo, de su tamaño y población, que no cuenta con un metro; la solución de transporte masivo basada en buses lleva 16 años en funcionamiento y tiene por nombre Transmilenio. El "transmi", como es llamado, no da abasto, y en pocos años la alegría, de haber dado un paso adelante al sistema anterior, se esfumó. Hoy, la mayoría de sus usuarios "lo sufren", y algunos encuentran, aún en este espacio gris, sucio, agresivo y caótico, razones de alegría.
En algunas regiones de Colombia, los mayores llaman a los jóvenes: "¡tigre!", siempre me sentí unos centímetros más alto y algo más capaz cuando me llamaron así. Al tigre le tenemos miedo, respeto y fascinación. En esta galería se encuentran los tigres que he logrado "cazar".
Dicen que quien aprendió a montar bicicleta nunca lo olvida, yo siempre estoy atento a las bicicletas. Me encanta el sonido que producen, la cara de alegría de la gente que siente el viento en su cara al rodar en ellas. Colombia es un país de vallenato y bicicletas, esta galería da cuenta de mi fascinación por ellas.
¡Nosotros somos los otros! Desde que tengo memoria me encanta la gente, la materia de la que estamos hechos, nuestra diversidad, la alegría que nos habita. Me gusta esperar o pasar el tiempo en lugares concurridos, me puedo quedar horas mirando a la gente pasar, me imagino cuando voy en un bus cómo es la vida de los que están sentados con cara de esperanza ó frustración. La gente que aquí recuerdo me ha fascinado.
En mis primeros años haciendo Fotografía consideré a la fotografía de paisajes como una tarea difícil, porque las fotografías podían resultar con el carácter de "postales", ó porque uno como fotógrafo piensa en ocasiones que la fotografía la hace más el paisaje que el propio aporte. Luego leyendo a Ansel Adams cuando presenta el concepto de Visualización comprendí que lo que el fotógrafo quiere contar es cómo este paisaje lo afecta a él o a ella como sujeto. Los lugares que aquí presento me han "tocado" y sigo visitándolos en estas fotografías y en las que no hice pero se quedaron conmigo.
Soy callejero: me "pica" un poco la casa y me llama la calle. Me descubro en la gente que camina, se espera y se desencuentra. Si uno se queda quieto en algunas esquinas empiezan a aparecer las fotos, falta algún detalle y si uno espera un poco viene y se posa para uno. Las fotografía están en la calle y estas son algunas que se me han aparecido.
Shenandoah es un pequeño pueblo en el corazón de los Estados Unidos, es especial para mí porque en él reside buena parte de mi corazón. Viví en Shenandoah un año, cuando estaba terminando el colegio. Desde entonces lo visito con frecuencia, siempre buscando no solo volver a sus espacios sino también en el tiempo a ese año en el que viví allá y fui feliz a plenitud. La nostalgia tiñe de magia nuestra mirada, siempre que vuelvo a Shenandoah me doy cuenta que es más pequeño que en mi memoria, pero me alegra darme cuenta que cada vez es más grande en mi corazón.
Tumaco es una versión a escala de Colombia: es un municipio rico en recursos naturales, exuberante en belleza natural, diverso por sus gentes; y al tiempo es víctima de todas nuestras violencias: corrupción, inequidad, estado débil, extractivismo. Caminar las calles de Tumaco significa encontrarse de frente con este contraste y encontrar en su fuerza y alegría la esperanza de un futuro mejor.
En las tierras altas del sur de Colombia se encuentra, dando giros rápidos por caminos poco recorridos, Cumbal. En este municipio lechero a las faldas de un volcán homónimo se encuentran todos los matices de verde. La luz hace reflejos inéditos en casas de vidrios metálicos y puertas de aluminio.
En la ribera del río Magdalena en Colombia se encuentra la Villa de Santa Cruz de Mompox, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Algo se quedó congelado en el tiempo en este bello lugar lleno de una luz especial que proyecta en las esquinas sombras de ángulos rectos que guían la mirada hacia gente que pasa sonriendo en bicicleta.
La Foto del día 2021 está en curso, estamos abiertos a la posibilidad de explorar una "nueva realidad", de negociar nuestros miedos y esperanzas, de volver a sentir como nuestro el mundo, la calle, los amigos, y salir a la búsqueda de las fotografías.
La vida cotidiana en 2020 se volvió de puertas cerradas, distancias, sospechas, cuidados. Fue un reto seguir encontrando las fotografías en casa, entre nosotros, sin el aporte de otros, a puerta cerrada; no tuvimos tiempo para despedirnos de los espacios que visitábamos y en las pocas ocasiones que volvimos a visitarlos los miramos con asombro, como sino los hubiéramos visto antes y no correspondieran a la dimensión que tenían en nuestra memoria.
Mirando hacia atrás el 2019 fue el último año de nuestra cotidianidad, como la conocíamos, pasábamos tiempo en la calle, nos tocábamos unos a otros, podíamos ver la sonrisa o su ausencia en las caras de la gente, el mundo era un lugar de puertas abiertas y nosotros pasábamos por ellas sin pausa.
2018 fue un año de alegría, la cotidianidad se llenó de maravilla, se consolidaron varias de las series en curso, publiqué este blog personal, e inicié un camino de lectura juiciosa de textos de Fotografía y reflexión sobre las propias ideas.
En el 2017 cambiamos de casa y esto abrió la puerta a nuevos espacios cotidianos por explorar, y a utilizar con frecuencia el servicio de buses BRT de Bogotá: Transmilenio, una pesadilla cotidiana para sus usuarios, la Fotografía vino al rescate permitiéndome el inicio de varias series fotográficas que publiqué en el sitio web: bogotamejorparatodos.com
2016 inició con la feliz certeza de que ya estaba logrando algo importante con la Foto del Día, mi mirada se había despertado, empecé a hacer mis recorridos cotidianos por rutas diferentes y a encontrarme de frente con las fotografías en las esquinas. Esta mayor producción me permitió reconocer series de interés que sin darme cuenta ya estaba realizando, que empecé a explorar y consolidar.
En 2015 ya empecé a parecer lo que mi novia llama “una fotocopia”, en mi vestido siempre iba conmigo el maletín pequeño terciado de mi cámara, no importaba si iba a comprar el pan a la esquina, mi cámara iba conmigo, y de esta forma la fotografía cotidiana, en calle, empezó a dar frutos.
En 2014 la búsqueda de la Foto del Día ya hacía parte de mí, no era necesario acordarme de la tarea, la estaba haciendo todo el tiempo. Al iniciar el año me propuse que haría todas las fotografías con mi cámara réflex digital de entonces, una Canon EOS Rebel Xti, gracias a la tarea de documentar las entregas de Diseño de Experiencias, un espacio lleno de magia, empecé a sentir la necesidad de un lente fijo más luminoso y de una cámara con mejor sensor y más portátil, así que llegué a tomar la decisión por una Fuji mirrorless XE-2, la que recibió como nombre: Fujita
El 2013 fue mi primer intento exitoso, luego de dos intentos fallidos, de realizar la Foto del Día. No me había dado cuenta entonces de la importancia de llevar la cámara conmigo todo el tiempo, así que buena parte de las fotografías están hechas con el celular. En esa época también estaba experimentando con hacer timelapses que se graban como video, no aparecen en esta galería. En mi mente empezó a aparecer cada día “la foto del día”.
Galo Naranjo | Septiembre de 2020
Las alambradas en los campos de concentración se corroen y son reemplazadas cada cierto número de años, ¿por qué invertir recursos en mantener tales lugares? ¿no sería mejor dejarlos derrumbarse por sí solos? El Holocausto no fue solo un crimen contra un pueblo: los judíos; las víctimas fueron también los opositores políticos, los homosexuales, los comunistas, los gitanos, los discapacitados, el pueblo alemán de entonces y sus descendientes, y para ser precisos: todos nosotros: la humanidad. Que estos lugares de silencio puedan ser visitados, nos permite escuchar las preguntas importantes que su existencia nos hace sobre nosotros mismos.
Galo Naranjo | Octubre de 2016
A pesar del resultado adverso del Plebiscito por la Paz de octubre de 2016 se logró finalmente la firma de los acuerdos con las FARC, gracias a los ajustes realizados que permitieron el consenso político necesario para la firma. En las muchas movilizaciones de apoyo a los acuerdos era palpable la esperanza de dejar atrás el conflicto y lograr el fin de la violencia de décadas. Los colombianos nos preparábamos para aportar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Esta esperanza aún no se ha concretado.
Galo Naranjo | Octubre de 2016
En el segundo semestre de 2016 Colombia respiraba optimismo, luego de años de negociaciones era inminente el anhelado acuerdo con las FARC. Uno de los compromisos del presidente Santos era validar los acuerdos con un plebiscito, días antes de ir a las urnas un grupo reducido de ciudadanos se reunió en el Parque Nacional en Bogotá a marchar por el No. Recuerdo mi asombro al hacer las fotografías, me parecían exóticos los asistentes que cantaban el himno nacional con fervor religioso, vestidos con camisetas de la Selección Colombia y apretando en sus manos escapularios de la virgen, ¿de dónde habían salido?; lejos estaba de darme cuenta que esta no era una fuerza minoritaria, era una fuerza agazapada y vendría a ser la protagonista en los años que siguieron.
Galo Naranjo | Abril de 2016
Conocí Taganga cuando era niño, en esa bahía, pequeña y alegre, se podían encontrar estrellas de mar varadas en la playa, hoy flota la basura que todos los visitantes hemos llevado y que los "lugareños" parecen haber aceptado como un mal propio. Un viacrucis en Taganga es paradójico, un pueblo sin recursos conmemora, a la hora en que los turistas duermen, con un fervor expresado en el color de sus vestidos y el calor de sus voces, un acto lleno de dolor.
Galo Naranjo | Febrero de 2016
Años después no entiendo lo que sucedió ese 21 de agosto de 2013. La Universidad Javeriana (católica y pontificia) anunció que ese año no prestaría sus aulas para la realización del Ciclo Rosa, un espacio académico, en el que se discuten las representaciones de género y los derechos asociados a ellas, en nuestra sociedad conservadora. Muchos estudiantes rechazaron la posición de la universidad manifestándose en contra de ese paso atrás en la defensa del sentido del espacio que representa la Universidad, y como acto paradójico atacaron con sus voces, gestos y burla a un grupo minoritario que apoyaba la decisión de la universidad y para hacerlo utilizaba símbolos y prácticas del catolicismo, como el Rosario y la Vírgen María.
Galo Naranjo | Mayo de 2014
Marco Tulio Sevillano era un hombre alto, de buen porte, que saludaba a propios y extraños, siempre con un gran sonrisa que se hacía aún más visible gracias a su piel negra. Por esta sonrisa, su disposición a los otros y por saludar con la voz "calidad", los estudiantes de la Universidad Javeriana en Bogotá lo llamaban "calidoso". Fue víctima de la violencia sin sentido de Colombia y fue despedido por sus vecinos y amigos en la tarde del 14 de mayo de 2014.
Galo Naranjo | Octubre de 2015
En las montañas llenas de verde del sur de Colombia, pueblos que hablan en voz baja y llevan consigo sentimientos altos; cuidan, celebran y veneran a sus santos con el afecto que profesan a sus propios hijos.
Galo Naranjo | Abril de 2015
Los pequeños pueblos de Colombia conmemoran las fiestas religiosas con el fervor de antaño en las ciudades. La conmemoración del Viacrucis en Cucunubá es la oportunidad de ver este fervor en escena y notar como se integra con las prácticas de las nuevas generaciones.
Galo Naranjo | Mayo de 2021
En mayo de 2021 explota en Colombia un descontento social represado por muchos años de apatía política, indolencia, desdén por lo público. Las voces que se alzan se interpretan, según quien las escuche, en un país que ya estaba dividido por abismos como la voluntad de hacer trizas o apoyar los acuerdos de paz de 2016, entre otros; y se reinterpretan según la agenda y visión del mundo de los grupos sociales a los que ya pertenecíamos. A pesar de estar de corazón con las protestas no he podido participar en ellas y fotografiarlas por puro temor a la represión de la Policía, quiero sumarme a las voces de protesta escuchando en estas fotografías a las paredes que hablan de nuestro descontento y que he registrado en estos años previos.
Galo Naranjo | Mayo de 2021
Para muchos extranjeros Pablo Escobar es sinónimo de Colombia, para muchos colombianos la asociación de su país a un gran delincuente es una razón de vergüenza, para otros no lo es. Casi treinta años después de su muerte es claro que Pablo Escobar como símbolo está vivo y su legado en la identidad, la cultura y la política colombiana no se desvanece.
Galo Naranjo | Octubre de 2020
Bogotá tiene muchas cosas positivas, Transmilenio no es una de ellas. Esta opinión de corazón es controvertida: muchos ven en Transmilenio una mejora al tradicional caos del transporte en Bogotá, otros vemos en Transmilenio el modelo que perpetuará ese caos. Transmilenio nos parte por la mitad, es un acto de violencia cotidiana que saca lo peor de nosotros.
Galo Naranjo | Septiembre de 2020
“Me le quito el sombrero”, al saludar o reconocer los logros o méritos de otros era una práctica cultural de antaño, de niño fui testigo de esta cortesía y ya desde entonces me maravillaba el ritmo del gesto y su elocuencia. Esta serie reúne fotografías a mujeres, hombres y niños con sombrero, que lo usan como parte de su identidad, que no tienen necesidad de apropiar nada, y ante los cuales, me quito el sombrero.
Galo Naranjo | Mayo de 2016
En las épocas de mucho trabajo en la oficina no hay tiempo para escaparse a hacer la Foto del día. En estos días la foto viene a mí y se presenta generalmente a la ventana o a la puerta de la oficina. Como todas las ideas esta tampoco es una idea original: André Kertész, el gran fotógrafo hungaro, en sus últimos años de vida hizo una serie desde la ventana de su apartamento en Nueva York. Espero al llegar al final de mi vida llegar a tener una fracción de las fotografías que me enamoran de la Fotografía, gracias a los grandes como Kertész.
Galo Naranjo | Febrero de 2016
No olvido el mágico momento en que por primera vez vi aparecer ante mis ojos una fotografía en la cubeta en un laboratorio análogo. Esto es magia pura, comprendí después la teoría pero esto tiene que ver más con el amor, pienso que los que hemos tenido la suerte de ver esto quedamos para siempre enamorados de la Fotografía. Un paso más allá en contagiarse de la magia de la Fotografía es construir una cámara y hacer fotografía estenopeica, Fotografía que se hace al exponer una imagen por un "huequito" (el estenopo) en papel fotográfico en una caja totalmente oscura. No construí mi cámara, un amigo más hábil con sus manos, lo hizo para mi, pero al hacer cada una de estas fotografías me sentí un poco como un "mago".
Galo Naranjo | Febrero de 2016
Al estar en un laboratorio de fotografía análoga se vive la ilusión de controlar la luz, es como habitar una gran cámara oscura, se puede ser testigo de como nace una imagen, soñarla mientras aún es latente, darle el aliento de vida de unos segundos más o menos, ó verla perecer ante nuestros ojos. A la salida del laboratorio análogo nos encontramos de frente con "el resplandor", estas fotografías son testimonio de ese encuentro.
Galo Naranjo | Julio de 2016
Bogotá es la única ciudad del mundo, de su tamaño y población, que no cuenta con un metro; la solución de transporte masivo basada en buses lleva 16 años en funcionamiento y tiene por nombre Transmilenio. El "transmi", como es llamado, no da abasto, y en pocos años la alegría, de haber dado un paso adelante al sistema anterior, se esfumó. Hoy, la mayoría de sus usuarios "lo sufren", y algunos encuentran, aún en este espacio gris, sucio, agresivo y caótico, razones de alegría.
Galo Naranjo | Enero de 2016
En algunas regiones de Colombia, los mayores llaman a los jóvenes: "¡tigre!", siempre me sentí unos centímetros más alto y algo más capaz cuando me llamaron así. Al tigre le tenemos miedo, respeto y fascinación. En esta galería se encuentran los tigres que he logrado "cazar".
Galo Naranjo | Julio de 2015
Dicen que quien aprendió a montar bicicleta nunca lo olvida, yo siempre estoy atento a las bicicletas. Me encanta el sonido que producen, la cara de alegría de la gente que siente el viento en su cara al rodar en ellas. Colombia es un país de vallenato y bicicletas, esta galería da cuenta de mi fascinación por ellas.
Galo Naranjo | Febrero de 2016
¡Nosotros somos los otros! Desde que tengo memoria me encanta la gente, la materia de la que estamos hechos, nuestra diversidad, la alegría que nos habita. Me gusta esperar o pasar el tiempo en lugares concurridos, me puedo quedar horas mirando a la gente pasar, me imagino cuando voy en un bus cómo es la vida de los que están sentados con cara de esperanza ó frustración. La gente que aquí recuerdo me ha fascinado.
Galo Naranjo | Febrero de 2016
En mis primeros años haciendo Fotografía consideré a la fotografía de paisajes como una tarea difícil, porque las fotografías podían resultar con el carácter de "postales", ó porque uno como fotógrafo piensa en ocasiones que la fotografía la hace más el paisaje que el propio aporte. Luego leyendo a Ansel Adams cuando presenta el concepto de Visualización comprendí que lo que el fotógrafo quiere contar es cómo este paisaje lo afecta a él o a ella como sujeto. Los lugares que aquí presento me han "tocado" y sigo visitándolos en estas fotografías y en las que no hice pero se quedaron conmigo.
Galo Naranjo | Enero de 2016
Soy callejero: me "pica" un poco la casa y me llama la calle. Me descubro en la gente que camina, se espera y se desencuentra. Si uno se queda quieto en algunas esquinas empiezan a aparecer las fotos, falta algún detalle y si uno espera un poco viene y se posa para uno. Las fotografía están en la calle y estas son algunas que se me han aparecido.
Galo Naranjo | Enero de 2016
Shenandoah es un pequeño pueblo en el corazón de los Estados Unidos, es especial para mí porque en él reside buena parte de mi corazón. Viví en Shenandoah un año, cuando estaba terminando el colegio. Desde entonces lo visito con frecuencia, siempre buscando no solo volver a sus espacios sino también en el tiempo a ese año en el que viví allá y fui feliz a plenitud. La nostalgia tiñe de magia nuestra mirada, siempre que vuelvo a Shenandoah me doy cuenta que es más pequeño que en mi memoria, pero me alegra darme cuenta que cada vez es más grande en mi corazón.
Galo Naranjo | Enero de 2016
Tumaco es una versión a escala de Colombia: es un municipio rico en recursos naturales, exuberante en belleza natural, diverso por sus gentes; y al tiempo es víctima de todas nuestras violencias: corrupción, inequidad, estado débil, extractivismo. Caminar las calles de Tumaco significa encontrarse de frente con este contraste y encontrar en su fuerza y alegría la esperanza de un futuro mejor.
Galo Naranjo | Enero de 2016
En las tierras altas del sur de Colombia se encuentra, dando giros rápidos por caminos poco recorridos, Cumbal. En este municipio lechero a las faldas de un volcán homónimo se encuentran todos los matices de verde. La luz hace reflejos inéditos en casas de vidrios metálicos y puertas de aluminio.
Galo Naranjo | Enero de 2016
En la ribera del río Magdalena en Colombia se encuentra la Villa de Santa Cruz de Mompox, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Algo se quedó congelado en el tiempo en este bello lugar lleno de una luz especial que proyecta en las esquinas sombras de ángulos rectos que guían la mirada hacia gente que pasa sonriendo en bicicleta.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
La Foto del día 2021 está en curso, estamos abiertos a la posibilidad de explorar una "nueva realidad", de negociar nuestros miedos y esperanzas, de volver a sentir como nuestro el mundo, la calle, los amigos, y salir a la búsqueda de las fotografías.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
La vida cotidiana en 2020 se volvió de puertas cerradas, distancias, sospechas, cuidados. Fue un reto seguir encontrando las fotografías en casa, entre nosotros, sin el aporte de otros, a puerta cerrada; no tuvimos tiempo para despedirnos de los espacios que visitábamos y en las pocas ocasiones que volvimos a visitarlos los miramos con asombro, como sino los hubiéramos visto antes y no correspondieran a la dimensión que tenían en nuestra memoria.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
Mirando hacia atrás el 2019 fue el último año de nuestra cotidianidad, como la conocíamos, pasábamos tiempo en la calle, nos tocábamos unos a otros, podíamos ver la sonrisa o su ausencia en las caras de la gente, el mundo era un lugar de puertas abiertas y nosotros pasábamos por ellas sin pausa.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
2018 fue un año de alegría, la cotidianidad se llenó de maravilla, se consolidaron varias de las series en curso, publiqué este blog personal, e inicié un camino de lectura juiciosa de textos de Fotografía y reflexión sobre las propias ideas.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
En el 2017 cambiamos de casa y esto abrió la puerta a nuevos espacios cotidianos por explorar, y a utilizar con frecuencia el servicio de buses BRT de Bogotá: Transmilenio, una pesadilla cotidiana para sus usuarios, la Fotografía vino al rescate permitiéndome el inicio de varias series fotográficas que publiqué en el sitio web: bogotamejorparatodos.com
Galo Naranjo | Febrero de 2021
2016 inició con la feliz certeza de que ya estaba logrando algo importante con la Foto del Día, mi mirada se había despertado, empecé a hacer mis recorridos cotidianos por rutas diferentes y a encontrarme de frente con las fotografías en las esquinas. Esta mayor producción me permitió reconocer series de interés que sin darme cuenta ya estaba realizando, que empecé a explorar y consolidar.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
En 2015 ya empecé a parecer lo que mi novia llama “una fotocopia”, en mi vestido siempre iba conmigo el maletín pequeño terciado de mi cámara, no importaba si iba a comprar el pan a la esquina, mi cámara iba conmigo, y de esta forma la fotografía cotidiana, en calle, empezó a dar frutos.
Galo Naranjo | Febrero de 2021
En 2014 la búsqueda de la Foto del Día ya hacía parte de mí, no era necesario acordarme de la tarea, la estaba haciendo todo el tiempo. Al iniciar el año me propuse que haría todas las fotografías con mi cámara réflex digital de entonces, una Canon EOS Rebel Xti, gracias a la tarea de documentar las entregas de Diseño de Experiencias, un espacio lleno de magia, empecé a sentir la necesidad de un lente fijo más luminoso y de una cámara con mejor sensor y más portátil, así que llegué a tomar la decisión por una Fuji mirrorless XE-2, la que recibió como nombre: Fujita
Galo Naranjo | Febrero de 2021
El 2013 fue mi primer intento exitoso, luego de dos intentos fallidos, de realizar la Foto del Día. No me había dado cuenta entonces de la importancia de llevar la cámara conmigo todo el tiempo, así que buena parte de las fotografías están hechas con el celular. En esa época también estaba experimentando con hacer timelapses que se graban como video, no aparecen en esta galería. En mi mente empezó a aparecer cada día “la foto del día”.
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